¿Qué es una Reserva de la Biosfera?
Se trata de una figura promovida por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a través de su Programa MaB (denominación basada en las iniciales de Man and Biosphere –Hombre y Biosfera–), creado con la pretensión de compatibilizar y conciliar la conservación de la diversidad biológica con el desarrollo económico de las poblaciones humanas asentadas en los espacios naturales y su entorno a través de un uso sostenible de sus recursos. El concepto de Reserva de la Biosfera fue instituido por primera vez en 1974, declarándose las primeras reservas en 1976.
Las Reservas de la Biosfera nacieron con el objetivo de cumplir tres funciones principales:
- Conservar la diversidad biológica y la diversidad cultural.
- Promover un desarrollo de las poblaciones locales social y ambientalmente sostenible.
- Fomentar y dar soporte a actuaciones de experimentación, investigación, formación, educación y divulgación, en lo que se consideran actuaciones de apoyo logístico.
Esta figura se aplica a territorios –ya sean con ambientes terrestres, costeros o marinos– que resulten muy significativos y singulares por sus valores ecológicos, pero en los que las actividades humanas son también muy tenidas en cuenta a la hora de planificar su gestión.
El proceso de declaración de una nueva Reserva por parte de la UNESCO se realiza de forma voluntaria a petición de los países, a través de sus respectivos comités nacionales del Programa MaB. Las propuestas deben contemplar ciertos requisitos y compromisos que garanticen el cumplimiento de las tres funciones básicas de las RRBB (conservación, desarrollo y apoyo logístico).
Para lograr este propósito, el territorio de la Reserva debe contar con una zonificación dividida en tres áreas diferenciadas:
Zona Núcleo: la menos alterada por el hombre y cuya función principal es la conservación, por lo que debe estar dotada de instrumentos legales de protección que garanticen la preservación de los elementos naturales más valiosos o representativos y de los servicios ambientales que proporcionan. Por ello, suele coincidir con una figura de protección de la naturaleza.
Zona Tampón: en esta zona, de protección de la zona núcleo, las actuaciones humanas (entre ellas las turísticas) deben ser compatibles con la conservación de la zona núcleo y contribuir al desarrollo de la investigación, la educación o el mantenimiento de los modelos tradicionales de explotación del territorio.
Zona de Transición: ámbito en el que se asientan las poblaciones y que acoge a la mayor parte de las actividades económicas de los habitantes de la Reserva. En esta zona es donde se promueven la mayoría de las actuaciones de desarrollo socioeconómico de la población local (dentro de criterios de sostenibilidad), y donde se experimentan las estrategias y modelos de desarrollo sostenible y se realizan la mayor parte de las acciones de demostración.
En cualquier caso, a pesar de su especificidad, las funciones de las tres zonas están integradas y resultan complementarias.
La principal novedad que ha aportado la figura de protección de una Reserva de la Biosfera es la de considerar, no ya solo la protección de los recursos naturales y de la diversidad biológica y los procesos naturales en su conjunto, sino también, y con idéntico nivel de prioridad, la protección de formas tradicionales de explotación sostenible de los recursos naturales por parte de la población local, lo que constituye uno de sus principales alicientes. En definitiva, las Reservas de la Biosfera son excelentes espacios de encuentro entre las políticas de conservación y de desarrollo rural y local, y un magnífico escenario, por tanto, para el desarrollo de experiencias de turismo rural y de naturaleza, y para la producción y comercialización de productos agroalimentarios y artesanales locales.
Con este esquema organizativo, en 2003 fue declarada la Reserva de la Biosfera de Picos de Europa, cuya superficie, si bien con una zonificación singular, coincide, hoy por hoy y pendiente de una inminente ampliación (planificada para extenderla a la totalidad de la superficie de los Municipios que participan del Parque Nacional de los Picos de Europa, más el de Potes (Cantabria)), con la estricta superficie del Parque Nacional.
Enlace con la página web del Programa MaB de la UNESCO:
Funciones y beneficios de las Reservas de la Biosfera
- Constituyen retazos de naturaleza bien conservada, reservorios de recursos naturales (bosques, agua, etc.) y refugios de muchas especies de plantas y animales.
- Además, mantienen los últimos vestigios de formas tradicionales de aprovechamientos de los recursos que pueden exportarse a otros territorios. También aportan ejemplos de buenas prácticas aplicables a otros lugares.
- Permiten desarrollar nuevas experiencias de gestión y aprovechamiento de los recursos naturales.
- Promueven la realización de inversiones y la captación de subvenciones para el territorio.
- Permiten diferenciar sus productos con un distintivo de calidad que favorece su puesta en valor y mejor comercialización.
- Atraen a visitantes con lo que se consiguen aportar nuevos recursos a la economía local.
- Al formar parte de una Red, cada Reserva puede beneficiarse de los avances, iniciativas y experiencias puestas en marcha y ensayadas en otras.
- Constituyen para el habitante local y para el empresario un buen motivo para valorar lo propio y un estímulo para hacer las cosas cada vez mejor.